La eternidad, un sueño eterno
UTOPÍA DE LAS PERSONAS.
La eternidad no existe, es solo un deseo de conservar el presente intacto tal cual está, perfecto como lo tenemos, o creemos tener. La eternidad es un deseo que nadie nunca realmente va a conseguir tocar con las manos.
La eternidad no existe, pero significa. Porque sabemos lo que significa la eternidad, pero jamás la vamos a tener, ni ella va a existir.
La eternidad es un sueño
En ese sueño todos nuestros deseos permanecen congelados, todo está siempre en el mismo lugar, frío, inerte, inmóvil. Es un sueño que atenta contra la vida. La inanimada eternidad es la muerte de la vida. Soñar la eternidad es soñar la muerte.
La vida no es eterna.
La eternidad no es vida.
La eternidad no es posible en la vida, porque la animación del tiempo, que no se detiene, es lo que no deja las cosas quietas y estables. El tiempo es la vejez. La vejez se da por la mutación de la materia viva a través del tiempo. El tiempo es lo que no permite la eternidad, si uno está, la otra no existe. El tiempo esta siempre, no se puede detener, por lo tanto la eternidad nunca va a tener la posibilidad de existir.
Nada es eterno, porque el tiempo al existir elimina toda posibilidad de eternidad. El tiempo siempre estuvo, nació, es, la eternidad es una ilusión, un sueño.
La eternidad es
la más grande de todas las utopías.
Lo eterno no es materia viva. No se puede pretender que la vida sea eterna. Nada de lo que conforma nuestra existencia puede ser eterno. El sentimiento más profundo puede congelarse durante un momento en nuestro corazón, y ser eterno, pero solo cuando soñamos estando despiertos.
El sueño es lo que permite ser a la eternidad.
El sueño no es la realidad. La realidad no es el sueño. Se pueden hacer realidad los sueños, pero nunca el sueño de la eternidad. El aire se mueve en el tiempo llevándose el presente, los momentos eternos que creemos tener cuando soñamos despiertos. Estos momentos conforman nuestra vivencia, y muchas veces son una droga "necesaria" para poder vivir. Es la razón, la que crea estos sentimientos que hacen adictas a las personas, y las llevan a soñar el sueño de la eternidad. Por lo tanto de todos los animales, solo las personas son adictas ya que los animales no razonan.
Las adicciones son humanas.
Las adicciones son excesos. Los excesos no son lo necesario, son más de lo necesario. Las personas son adictas, son excesivas. Estos excesos dan vida a la necesidad de que algo sea eterno, que permanezca donde está, siempre presente, siempre intacto, siempre muerto. Por lo tanto estos excesos traen la frustración de las personas, ya que nada puede ser eterno. Las personas se frustran al ver que el aire se lleva esa eternidad que tanto anhelan. Se esfuma en el aire, porque la vida es ahora, y no es eterna. El tiempo se lleva el presente, lo cambia, lo transforma a cada instante, lo que vive nunca podrá ser eterno por mas que así lo soñemos.
Si soñamos con que la eternidad sea la realidad nos frustramos en vida.
Esta frustración se hace mas fuerte cuando nos empeñamos con que algo sea eterno. Creer que algo puede estar "para siempre" es pensar que es eterno. Es un error que las personas cometen. Las personas siempre se aferran a ese pensamiento, y éste transforma toda su existencia, afecta todas las facetas de su vida. Cuando la persona se "frustra" todos estos sueños eternos se esfuman, y se produce un desequilibrio en su interior. Cuando el sueño de la eternidad se piensa como posible es cuando las personas caen en el error, y todo se desequilibra transformando la existencia en un caos. Es por eso que la eternidad no es más que una utopía, y solo debemos pensarla de esa forma, para no caer en el caos que trae la frustración.
La eternidad existe solo en nuestros sueños más profundos. Estos sueños son el producto de la sensibilidad que conforma nuestras sensaciones y así nuestros sentimientos. Los sentimientos no se pueden definir, por más que busquemos la mejor forma de describirlos, jamás vamos a poder definirlos, eso es lo hermoso de sentir, y lo que nos lleva a soñar. El arte es el fruto de nuestra sensibilidad, el sueño de la eternidad siempre está presente en el arte, buscando captar eso que queremos tener para siempre. Hay algo en nosotros que sabe que nada es para siempre, y como los sentimientos también se esfuman con las sensaciones, buscamos plasmar de una u otra forma eso que sentimos, es una necesidad. El arte es la única manera de materializar la eternidad. Necesitamos sentir que no todo se esfuma y que podemos encerrar un poco de eso que tuvimos y tenerlo para siempre. Esa es la poesía del sueño en el arte.
La eternidad es una poesía soñada que nunca nadie escribió ni va a poder escribir. Es el sueño del arte, y la lucha que lo mantiene vivo, darle vida a la eternidad.
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UTOPÍA DE LAS PERSONAS.
La eternidad no existe, es solo un deseo de conservar el presente intacto tal cual está, perfecto como lo tenemos, o creemos tener. La eternidad es un deseo que nadie nunca realmente va a conseguir tocar con las manos.
La eternidad no existe, pero significa. Porque sabemos lo que significa la eternidad, pero jamás la vamos a tener, ni ella va a existir.
La eternidad es un sueño
En ese sueño todos nuestros deseos permanecen congelados, todo está siempre en el mismo lugar, frío, inerte, inmóvil. Es un sueño que atenta contra la vida. La inanimada eternidad es la muerte de la vida. Soñar la eternidad es soñar la muerte.
La vida no es eterna.
La eternidad no es vida.
La eternidad no es posible en la vida, porque la animación del tiempo, que no se detiene, es lo que no deja las cosas quietas y estables. El tiempo es la vejez. La vejez se da por la mutación de la materia viva a través del tiempo. El tiempo es lo que no permite la eternidad, si uno está, la otra no existe. El tiempo esta siempre, no se puede detener, por lo tanto la eternidad nunca va a tener la posibilidad de existir.
Nada es eterno, porque el tiempo al existir elimina toda posibilidad de eternidad. El tiempo siempre estuvo, nació, es, la eternidad es una ilusión, un sueño.
La eternidad es
la más grande de todas las utopías.
Lo eterno no es materia viva. No se puede pretender que la vida sea eterna. Nada de lo que conforma nuestra existencia puede ser eterno. El sentimiento más profundo puede congelarse durante un momento en nuestro corazón, y ser eterno, pero solo cuando soñamos estando despiertos.
El sueño es lo que permite ser a la eternidad.
El sueño no es la realidad. La realidad no es el sueño. Se pueden hacer realidad los sueños, pero nunca el sueño de la eternidad. El aire se mueve en el tiempo llevándose el presente, los momentos eternos que creemos tener cuando soñamos despiertos. Estos momentos conforman nuestra vivencia, y muchas veces son una droga "necesaria" para poder vivir. Es la razón, la que crea estos sentimientos que hacen adictas a las personas, y las llevan a soñar el sueño de la eternidad. Por lo tanto de todos los animales, solo las personas son adictas ya que los animales no razonan.
Las adicciones son humanas.
Las adicciones son excesos. Los excesos no son lo necesario, son más de lo necesario. Las personas son adictas, son excesivas. Estos excesos dan vida a la necesidad de que algo sea eterno, que permanezca donde está, siempre presente, siempre intacto, siempre muerto. Por lo tanto estos excesos traen la frustración de las personas, ya que nada puede ser eterno. Las personas se frustran al ver que el aire se lleva esa eternidad que tanto anhelan. Se esfuma en el aire, porque la vida es ahora, y no es eterna. El tiempo se lleva el presente, lo cambia, lo transforma a cada instante, lo que vive nunca podrá ser eterno por mas que así lo soñemos.
Si soñamos con que la eternidad sea la realidad nos frustramos en vida.
Esta frustración se hace mas fuerte cuando nos empeñamos con que algo sea eterno. Creer que algo puede estar "para siempre" es pensar que es eterno. Es un error que las personas cometen. Las personas siempre se aferran a ese pensamiento, y éste transforma toda su existencia, afecta todas las facetas de su vida. Cuando la persona se "frustra" todos estos sueños eternos se esfuman, y se produce un desequilibrio en su interior. Cuando el sueño de la eternidad se piensa como posible es cuando las personas caen en el error, y todo se desequilibra transformando la existencia en un caos. Es por eso que la eternidad no es más que una utopía, y solo debemos pensarla de esa forma, para no caer en el caos que trae la frustración.
La eternidad existe solo en nuestros sueños más profundos. Estos sueños son el producto de la sensibilidad que conforma nuestras sensaciones y así nuestros sentimientos. Los sentimientos no se pueden definir, por más que busquemos la mejor forma de describirlos, jamás vamos a poder definirlos, eso es lo hermoso de sentir, y lo que nos lleva a soñar. El arte es el fruto de nuestra sensibilidad, el sueño de la eternidad siempre está presente en el arte, buscando captar eso que queremos tener para siempre. Hay algo en nosotros que sabe que nada es para siempre, y como los sentimientos también se esfuman con las sensaciones, buscamos plasmar de una u otra forma eso que sentimos, es una necesidad. El arte es la única manera de materializar la eternidad. Necesitamos sentir que no todo se esfuma y que podemos encerrar un poco de eso que tuvimos y tenerlo para siempre. Esa es la poesía del sueño en el arte.
La eternidad es una poesía soñada que nunca nadie escribió ni va a poder escribir. Es el sueño del arte, y la lucha que lo mantiene vivo, darle vida a la eternidad.
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De los suicidios en vida
LA MELANCOLÍA
Las posibilidades de existencia son infinitas. Cada segundo esta saturado de diferentes posibilidades de acción, todas ellas diferentes y únicas. El tiempo es el que obliga una elección inmediata, no posibilita el estancamiento o la no elección de una acción. Aunque, paradójicamente, hay elecciones que posibilitan el estancamiento. Una de ellas es la melancolía como forma de vivir el presente.
Una vida melancólica es una vida estancada, congelada, inerte.
Como el sueño de la eternidad es una forma de frustración en vida que genera un caos interior, la melancolía en la vida genera un caos pero esta vez no solo interior sino también exterior. Se produce una materialización de la utopía de la eternidad sobrepasando el límite y conformando una vida en base a los recuerdos.
La melancolía es una saturación de recuerdos, de imágenes del pasado, entendiendo por imágenes, no solo elementos reconocibles a través de la visión, sino todo aquello que pueda ser reconocido por los sentidos, como pueden ser los olores, sonidos, sensaciones táctiles, etc. Los recuerdos corrompen toda posibilidad de vida real. Generan una pared virtual entre el presente y el pasado, quedando la persona imposibilitada de vivir un presente real, viviendo en un ¨ presente-pasado ¨.
Es la vida humana adicta, y la melancolía un reflejo de esta adicción.
El estancamiento se genera cuando los recuerdos y el anhelo de volver a ese pasado se sobreexcitan generando una imposibilidad de sentir el presente. Odiando sentir el presente que ya no contiene elementos que existieron en el pasado. La adicción a la melancolía es no poder dejar el pasado en el pasado y dejar fluir el presente, es no dejar lugar a la novedad, es restarle importancia a el futuro. El sentimiento de que el presente no tiene ningún sentido en comparación con el pasado es lo que genera en la persona la muerte de sus ilusiones.
La melancolía es la muerte de las ilusiones.
Es la cárcel del presente.
El tiempo permite el pasado, el presente, el futuro. El tiempo permite la existencia de la melancolía, teniendo ésta, elementos que existieron en el pasado. Lo que genera una vida que ¨ vive ¨ recordando y anhelando esos tiempos es el congelamiento de la acción. De ésta manera la persona vive, porque elige la acción de recordar, pero al mismo tiempo deja de vivir.
La persona melancólica esta muerta en vida
Los recuerdos son esenciales para nuestra vida. Borrarlos es imposible y negar su existencia es absurdo. El extremo de cualquier elección es el error. Elegir vivir solo el presente (tiempo 0) es un error. Elegir vivir solo el futuro (tiempo +1) es un error. Elegir vivir en el pasado (tiempo -1) es un error. El exceso que comete una persona melancólica es vivir de los recuerdos. El error entonces es limitar los tiempos de nuestra vida.
Los 3 tiempos tienen una existencia única, inseparable, son un solo tiempo, ni pasado, ni presente, ni futuro, o más bien no hay existencia de ninguno. El tiempo es una ilusión. La sumatoria de los tiempos es igual a cero:-1+0+1=0. El tiempo no existe. Es la vida la que existe en el tiempo.
Es por eso que la vida no es posible limitando los tiempos.
Cada persona elige como vivir su vida, que es una sola, y desde su nacimiento ya está muriendo.
Es una ¨ elección de vida ¨ vivir sin tiempos. Dejar que el flujo del tiempo manipule las acciones, obligándolas a existir.
Vivir sin tiempo es la elección más inteligente.
Cada segundo que pasa acerca nuestra muerte, es inevitable.
La melancolía es una elección de vida-muerte.
Limitarse a vivir una vida-muerte es simplemente una pérdida de tiempo/vida.
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